Estas capacidades vienen por el hecho de ser un animal presa que ha desarrollado una habilidad particular que le permite “leer” lo que sucede en su entorno para detectar señales que le pueden poner en peligro.
Es capaz de comprender el lenguaje “no verbal” de todo lo que sucede a su alrededor, reconociendo cada señal de incongruencia que para él puede significar salvar la vida, e instintivamente actúan en consecuencia.